Lo dicho de las individuales vale para las colectivas, pero además tienen el valor añadído de poder ver trabajos de diferentes autores formando un conjunto, con propuestas tan personales como variadas, en el mismo espacio.

Por esto no he descartado nunca la posibilidad de exponer en grupo, pero si tener en cuenta la afinidad de los trabajos presentados, por otra parte exponer en grupo es compartir y  no deja de ser una interrelación entre autores y trabajos donde de alguna manera, tanto los unos como los otros, se diluyen y se mezclan.

La primera  exposición colectiva, data del año 1977, en Málaga. Desde entonces a este momento, aproximadamente setenta exposiciones colectivas, marcan el camino hasta ahora recorrido.